martes, 6 de marzo de 2012

Canciones irreversibles (I)

A veces es necesario parar un momento, dejar las ideas reposar en barbecho para que otras nuevas, más fuertes y luminosas crezcan sobre el blanco de la pantalla y el vacío del micrófono apagado. Nunca ocurren las cosas sin razón, y por esto aprovecho mi ausencia del domingo pasado para inaugurar una nueva sección aquí, en El Suburbio Eléctrico.

En muchos ratos de mi vida he conocido canciones y grupos maravillosos a través de los videoclips. Incluso, en algunos casos, lo que sentí con esas canciones por vez primera fue tan fuerte que lo revivo íntegramente cuando las vuelvo a encontrar. Y probablemente no habría sentido lo mismo si las hubiese conocido desligadas de la imagen. Abro este espacio con el vídeo que desencadenó todo, la canción que me convirtió en el fascinado del pop que soy hoy. Y quizá fuera tan solo un estímulo más, pero llegó en el momento justo. Como todos los que te condicionan de verdad, como todos los que te mueven de verdad.

Cierra los ojos... Y mira este vídeo. O es que a ti no te ha pasado algo así?


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